Archivo de la etiqueta: oxitocina

El club de las malas madres

Seamos madres libres, Irene desde Ser mamás nos hace reflexionar y sonreir con este genial post.

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“¿Me estás llamando mala madre porque mis hijos han nacido por cesárea?”

He obtenido esa respuesta en innumerables ocasiones, cada vez que en un foro o blog sobre maternidad comentaba que las cesáreas dificultan el vínculo madre-hijo que se establece durante el nacimiento porque las hormonas que median en este proceso (brutal y totalmente químico) no están presentes o su flujo se ha interrumpido en algún momento. Sería gracioso, si no fuera porque mis dos hijas han nacido por cesárea.

Mis dos hijas han nacido por cesárea y yo no me siento una mala madre. Al menos no por este motivo. Cuando hace tiempo, tras el parto de Ana, leía “La Revolución del nacimiento” de Isabel Fernández del Castillo, había momentos en los que no podía parar de llorar. Lloraba una pérdida, la de ese momento mágico en el que inundados ambos de las hormonas del parto, mamá y bebé se miran por primera vez y se enamoran para siempre. Ese momento en el que con el bebé enganchado a la teta, la oxitocina y las endorfinas por las nubes, la placenta, que os ha mantenido unidos en simbiosis durante casi nueve meses, se desprende y así comienza a liberarse la prolactina, que despierta de golpe todos los instintos de protección maternal. Y es que yo, por la prolactina, mato. Como todas las madres. O la gran mayoría.

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Efectos de la oxitocina sintética para inducir o acelerar el parto

Porqué deberíamos recurrir a oxitocina sintética si ya tenemos la nuestra, porqué nos han robado, nos hemos dejado robar algo tan nuestro, tan propio como el poder parir. Desde El Parto es Nuestro

El uso de oxitocina sintética es una forma “exógena” de estimulación, mientras que la oxitocina producida por el cuerpo es una forma “endógena”.  Las implicaciones son aún más nocivas que los niveles de dolor.

Con el uso de oxitocina sintética el cerebro de la mujer no va a reconocer el trabajo que ella esta logrando porque la corriente hormonal que irriga la glándula pituitaria está alterada. Si el cerebro no recibe la noticia del trabajo arduo que está realizando no necesita liberar endorfinas para ayudar al cuerpo a soportar el dolor. ¡Que desperdicio!

Las endorfinas tienen una extraordinaria capacidad de dar la sensación de bienestar ¡Y amortiguan el dolor del trabajo que esta cumpliendo el útero!  La necesidad biológica del dolor en el trabajo de parto es compensada por la producción de las endorfinas, pero cuando el cuerpo esta actuando por conductos artificiales  ¿Cómo va a reconocer el cerebro esto?

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La Oxitocina, la hormona del amor, el parto y las doulas

Desde El Blog Alternativo Mª José García Robles, doula y asesora de lactancia nos habla de la importancia de la oxitocina en el parto y en la vida.

“No hay mejor manera de conseguir que un parto sea largo, difícil y doloroso y por consiguiente, más peligroso, que estimulando el neocortex”

“Quizás tengamos que replantearnos la clasificación actual de partos que dice que estos se dividen en partos vaginales y cesáreas, y clasificarlos en función de si un parto se ha producido con liberación de la hormona del amor o sin liberación de la hormona del amor, tal y como propone Michel Odent”

“Tradicionalmente las madres transmitían a sus hijas los conocimientos sobre el embarazo, el parto y el puerperio, y los sentimientos profundos añadidos a estos estados. Las doulas resurgen para retomar la red de apoyo entre mujeres, a la vez que pueden ayudar a refeminizar el parto, y recuperar la realidad de la maternidad como revolución vital en la vida de una mujer”
María José García-Robles

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La historia de mi parto en casa (Inma Marcos)

Me ha emocionado este relato. Inma Marcos es una conocida comadrona de parto en casa en Barcelona, también participa en la Federación Catalana de Grupos de Lactancia Materna, es asesora de Alba Lactancia Materna y colabora con El parto es nuestro.Pero esta vez Inma nos habla de su propio parto, su cuarto y ultimo parto.

HISTORIA DE PARTO DE INMA MARCOS Y JOSU

Nacimiento de Ramón en casa el dia 18 de marzo del 2008

40 semanas y 5 dias

4º hijo.

 

Tengo 4 hijos con este pequeño que ha nacido. Mis tres hijos mayores son fruto de mi primer matrimonio y tienen 19, 15 y 10 años, una chica y dos chicos respectivamente. Mi segundo marido tiene un hijo de 10 años. Mis dos primeros partos fueron vaginales pero muy medicalizados en hospital, mi tercer hijo fue un parto natural en hospital, pero con sus limitaciones: Monitorización continua, via endovenosa y potro para parir. Empezé a atender partos en casa cuando mi tercer hijo tenía tres años.

Mis tres partos anteriores habían sucedido entre la 37 y la 39 semana. El dia anterior al parto, con 40 semanas y 4 dias estaba inquieta, para mi era como si ya estuviera de 42 o 43, me sentía así. Habia estado convencida de que no acabaria el mes de febrero y estabamos a 17 de marzo¡ Me preocupaba no disponer de intimidad suficiente. Mis hijos estaban de vacaciones por semana santa en casa, también el novio de mi hija mayor y el hijo de Josu, mi marido. Yo deseaba un parto muy intimo. Pensé entonces que eso era lo que me estaba bloqueando y hablé la noche antes con mi madre y con mis hijos y al dia siguiente a las 10h de la mañana cogieron un tren y se fueron a casa de su abuela, a pasar el dia para yo poderme quedar sola.

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Otra ronda de oxitocina

Escrito por Irene Garcia el 3/11/2010

oxitocina

La oxitocina, la hormona del amor, el pegamento social, ese neurotransmisor que se libera en grandes cantidades durante el orgasmo, la lactancia y sobre todo durante el parto mamífero, cada día se demuestra como clave para la salud tanto física como emocional del ser humano.

La revista Journal of Trauma Dissociation publicó este mes de octubre un artículo en el que se postula que la oxitocina sería el vínculo de relación entre los traumas producidos durante la infancia temprana y un montón de enfermedades físicas y psicológicas en el adulto: autodesórdenes postraumáticos en el adulto como la somatización de problemas psicológicos o la disociación, desorden de estrés postraumático y desórdenes de desregulación pélvico-viscerales como el síndrome del intestino irritable, dolor pélvico crónico, cistitis intersticial e incluso hiperemésis gravídica. Al menos en mujeres.

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